La empresa catalana impulsa RetornA, un proyecto pionero que reduce el uso de plásticos de un solo uso mediante un modelo circular con participación activa de los consumidores.

La compañía bonÀrea ha puesto en marcha RetornA, un innovador sistema de retorno de envases cárnicos reutilizables que ya se está probando en 59 tiendas de la provincia de Tarragona y Guissona. El objetivo es reducir significativamente el uso de envases desechables, fomentando un modelo de economía circular y consumo responsable.
La iniciativa permite a los clientes devolver bandejas especiales, utilizadas inicialmente para el envasado de solomillo de pollo, en cualquier tienda de la red bonÀrea sin necesidad de limpiarlas previamente. Estas bandejas están diseñadas para resistir hasta 50 ciclos de uso y, al final de su vida útil, son completamente reciclables.
Para incentivar la participación, los consumidores pagan un depósito de 0,45 € por bandeja al comprar el producto, y reciben 0,50 € al devolverla, lo que además permite ofrecer un precio por kilo más competitivo al eliminar el coste del envase de un solo uso.
Las bandejas devueltas se recogen con la logística habitual de los puntos de venta y se trasladan al centro alimentario de Guissona, donde se higienizan para ser reutilizadas. El envase cuenta con un sistema RFID que garantiza su trazabilidad y seguridad a lo largo de todo el proceso.
Con una inversión de 10 millones de euros y tras tres años de desarrollo técnico multidisciplinario, RetornA podría evitar el uso de hasta 80.000 bandejas plásticas al año solo en Tarragona, con planes de expansión progresiva al resto de tiendas bonÀrea en el futuro.
FUENTE: Interempresas
Me parece una iniciativa muy interesante y necesaria en tiempos donde la sostenibilidad es clave. Es genial que se fomente la reutilización de envases y se incentive a los consumidores a participar activamente. El hecho de que las bandejas sean resistentes y reciclables al final de su vida útil es un gran avance. Además, el sistema RFID garantiza la trazabilidad, lo que aporta transparencia y confianza. Sin embargo, me pregunto si este modelo podría extenderse a otros productos o cadenas de supermercados. ¿Creen que este tipo de iniciativas podrían convertirse en un estándar en la industria alimentaria? Sería interesante ver cómo se podría escalar este proyecto para maximizar su impacto ambiental.
Buenas, muchas gracias por su comentario, seguiremos informando.