En una reunión celebrada ayer, el Ministro de Turismo e Infraestructuras Turísticas, Antonio Pedro Oliveira Burupu ha destacado la importancia de mejorar la calidad y la imagen de los hoteles y restaurantes del país, no solo de cara a los próximos eventos, sino también para atraer a turistas internacionales. Desde una perspectiva económica, este llamado tiene implicaciones directas en la competitividad del sector turístico y su capacidad para generar ingresos.
El sector turístico es una fuente clave de divisas para el país, y mejorar la experiencia del visitante puede traducirse en una mayor demanda de servicios turísticos, lo que impulsaría el consumo en hoteles, restaurantes y otros negocios relacionados. Una buena imagen y un servicio de calidad no solo aumentan el gasto promedio de los turistas, sino que también contribuyen a la fidelización, lo que a largo plazo beneficia al crecimiento económico.
La petición del Ministro de adherirse a una ética profesional rigurosa y de mantener la limpieza y el cuidado de los establecimientos es, en esencia, una estrategia para posicionar al país como un destino competitivo y atractivo en el mercado global. Esto puede incrementar la llegada de turistas, especialmente en un contexto donde los viajeros buscan destinos que ofrezcan no solo belleza, sino también confort y seguridad sanitaria.
Además, la propuesta de crear una asociación de hosteleros podría ser un catalizador para la profesionalización del sector. Desde el punto de vista económico, una asociación permitiría una mayor coordinación entre los actores del sector, lo que optimizaría los recursos y mejoraría la capacidad de negociación ante las autoridades. Esto podría derivar en mejores condiciones operativas para los hoteles y restaurantes, mayores incentivos fiscales o financieros, y una mayor eficiencia en la gestión de los eventos internacionales.
La creación de esta asociación también tendría un impacto positivo en la economía a través de la mejora de la formación y la capacitación del personal, lo que incrementaría la calidad del servicio y, por ende, la satisfacción del turista. Todo esto podría traducirse en una mejora en los ingresos de los establecimientos y un aumento en el empleo en el sector.
Finalmente, las nuevas medidas y exigencias que se prevén para el próximo año subrayan la necesidad de un compromiso firme por parte de los empresarios hoteleros para cumplir con los estándares establecidos, lo que podría, a largo plazo, elevar la competitividad del país en la industria turística global.
Fuente: Página Web Institucional del Gobierno