19 de octubre de 2025

Las recientes derrotas ante PSG y Sevilla han encendido las alarmas en el FC Barcelona. Jugadores y cuerpo técnico reconocen errores colectivos y apuntan tanto a la falta de intensidad como al desgaste físico como factores que han lastrado el rendimiento del equipo en este arranque de curso.

El ambiente en el vestuario del FC Barcelona no atraviesa su mejor momento. Tras las derrotas consecutivas frente al Paris Saint-Germain en Champions y ante el Sevilla en LaLiga, el equipo azulgrana ha comenzado un proceso de autocrítica interna para analizar qué no está funcionando como se esperaba en este inicio de temporada.

Hansi Flick, consciente de la preocupación que se respira en el entorno culé, ha insistido en que “el Barça aún tiene margen para luchar por todos los títulos”, pero también ha reconocido la necesidad de una reflexión profunda. “Hay que jugar como equipo. Los egos matan el éxito”, advirtió el técnico alemán semanas atrás, marcando así el tono de su discurso.

Dentro del vestuario, las voces críticas no han tardado en manifestarse. Pau Cubarsí fue claro tras la derrota en el Sánchez Pizjuán: “Las ocasiones empiezan arriba… Hemos salido dormidos, sin la intensidad que requería el partido”. En la misma línea, Pedri subrayó que “hay que hacer autocrítica, nos ha faltado intensidad y calidad con el balón”, mientras que Alejandro Balde reconoció que “hicimos muchas cosas mal, tenemos mucho que mejorar”.

La sensación de cansancio físico también ha sido una constante en las declaraciones. Flick ha insistido en la necesidad de “aguantar los noventa minutos” con la misma intensidad, algo que no siempre se ha conseguido. Frenkie de Jong, por su parte, atribuyó parte del bajón a la acumulación de partidos: “Hemos jugado siete encuentros en 21 días. A veces correr detrás del balón te cansa más que cualquier cosa”.

A pesar de que el equipo dispuso de más descanso que otros grandes europeos durante el verano, el desgaste ha sido evidente. En duelos recientes, como el disputado ante el PSG, varios futbolistas acabaron visiblemente fatigados, un hecho que se repitió frente al Sevilla.

Fuentes internas apuntan a que esta merma física podría ser circunstancial, derivada de la carga competitiva y de la falta de continuidad en el ritmo de juego. El cuerpo técnico confía en que, con el paso de las semanas y tras el parón internacional, el equipo recupere su frescura y estabilidad.

Por ahora, el mensaje dentro del club es claro: autocrítica, trabajo y unión para revertir la situación. Con toda la temporada aún por delante, el FC Barcelona buscará recuperar su identidad competitiva y encauzar un proyecto que todavía tiene mucho por demostrar.

FUENTE:Diario SPORT

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