En un entorno empresarial cada vez más exigente y globalizado, las pequeñas y medianas empresas encuentran en la acreditación una palanca estratégica que impulsa su innovación, eficiencia y acceso a mercados internacionales. Más allá del cumplimiento normativo, los servicios acreditados se consolidan como una ventaja competitiva real.

Los servicios acreditados se han convertido en una herramienta al servicio de un gran número de pequeñas y medianas empresas permitiendo su crecimiento, innovación y acceso a nuevos mercados.
Cada 9 de junio se celebra el Día Mundial de la Acreditación, una fecha impulsada por la International Laboratory Accreditation Cooperation (ILAC) y el International Accreditation Forum (IAF), que este año pone el foco en el papel transformador de la acreditación en el desarrollo de las pymes. En este contexto, la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) recuerda que el acceso a servicios acreditados no es solo una herramienta técnica, sino una vía directa para el crecimiento sostenible y competitivo de las pequeñas y medianas empresas.
Las pymes representan el 95% del tejido empresarial mundial y generan entre el 60 y el 70% del empleo en economías desarrolladas, según la OMC. Sin embargo, muchas enfrentan serias dificultades: desde barreras regulatorias y limitaciones para exportar, hasta un acceso escaso a la financiación. Ante este panorama, la acreditación aparece como una aliada estratégica que permite a estas empresas competir en igualdad de condiciones con grandes corporaciones, facilitando su integración en cadenas de valor globales y mejorando su reputación ante clientes e instituciones.
Innovación con garantías: cuando la acreditación impulsa el I+D+i
Una de las iniciativas más relevantes en el ámbito español es el programa del Ministerio de Industria y Turismo para fomentar la innovación en pymes mediante incentivos fiscales. Las empresas pueden optar al distintivo de “Pyme Innovadora” si cuentan con un certificado emitido por una entidad acreditada por ENAC, lo que garantiza la competencia técnica del evaluador.
Este esquema no solo brinda acceso a deducciones fiscales, sino que estimula la contratación de perfiles técnicos e investigadores, refuerza la confianza en los procesos de evaluación y ayuda a optimizar los recursos de las empresas. En términos económicos, supone un ahorro directo y una inversión en capital humano especializado.
Puerta de entrada a mercados internacionales y contrataciones públicas
La acreditación también facilita el posicionamiento de las pymes en mercados internacionales. Un estudio del Instituto de Investigación Económica de Nueva Zelanda indica que más del 56% de las exportaciones del país fueron favorecidas por servicios acreditados, alcanzando los 27.600 millones de dólares. Este dato subraya la capacidad de la acreditación para abrir fronteras y eliminar barreras técnicas al comercio.

En el ámbito público, cada vez más administraciones incorporan la exigencia de certificaciones acreditadas en los pliegos de contratación. Esto no solo eleva el estándar técnico, sino que otorga ventaja competitiva a las empresas que apuestan por este tipo de servicios, especialmente en sectores como la alimentación, donde se ha demostrado que las certificaciones acreditadas reducen en un 40% las retiradas de productos del mercado, según el British Standards Institution (BSI).
Eficiencia operativa, seguridad jurídica y confianza
Además de su impacto fiscal y comercial, la acreditación mejora la eficiencia de los procesos empresariales al evitar duplicidades, reducir costes derivados de errores técnicos y aumentar la seguridad jurídica. Una evaluación acreditada proporciona una base objetiva y verificable para tomar decisiones estratégicas y operativas, disminuyendo el riesgo de incumplimientos normativos y fortaleciendo la reputación organizacional.
Para las pymes, este respaldo técnico se traduce en mayor confianza de sus clientes, mejor imagen de marca y una clara señal de compromiso con la calidad y la transparencia.
Reconocimiento global con sello nacional
El valor de los certificados acreditados por ENAC no se limita a las fronteras españolas. Gracias a los acuerdos multilaterales firmados con organismos de más de 120 países, estos documentos gozan de reconocimiento internacional, simplificando la aceptación de productos y servicios en mercados exteriores.
Como único organismo nacional de acreditación en España —designado por el Gobierno en virtud del Reglamento (CE) nº 765/2008—, ENAC evalúa la competencia técnica de laboratorios, organismos de inspección y certificación, así como verificadores medioambientales. Su actividad se extiende a sectores estratégicos como la energía, sanidad, construcción, transporte, alimentación e investigación, contribuyendo no solo al desarrollo empresarial, sino también al bienestar social y la sostenibilidad.
FUENTE: Interempresas