Camerún destina 9.000 millones de FCFA para reactivar la producción arrocera y reducir la dependencia de importaciones
El arroz sigue siendo uno de los productos más importados en Camerún, a pesar del potencial agrícola del país. Para reducir esta dependencia externa, las autoridades han decidido reforzar la capacidad productiva de los principales polos arroceros nacionales.

El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de Camerún (MINADER) confirmó que el Estado otorgará un apoyo financiero de 9.000 millones de FCFA a la Sociedad de Desarrollo y Modernización del Arroz de Yagoua (SEMRY) y a la Autoridad de Desarrollo del Alto Valle del Nun (UNVDA). El anuncio fue realizado por el ministro Gabriel Mbairobé el 15 de diciembre, durante la presentación del análisis sobre zonas de riesgo e inseguridad alimentaria en el país.
El objetivo del subsidio es impulsar la producción local de arroz paddy y generar unas 30.000 toneladas adicionales a partir de 2026, en línea con el Plan Integrado de Sustitución de Importaciones Agropecuarias y Pesqueras (PIISAH). La financiación se orientará principalmente a la modernización de las principales cuencas arroceras, como el valle de Ndop, mediante la mecanización de las labores agrícolas, la adquisición de tractores y cosechadoras, y el refuerzo del capital de explotación de ambas entidades para la compra de arroz con cáscara a los productores.
Este nuevo apoyo público llega tras una campaña 2024/2025 por debajo de las expectativas. De acuerdo con datos del MINADER, la producción nacional de arroz paddy alcanzó 369.330 toneladas al cierre de la temporada en noviembre, lo que representa un incremento del 6,3 % interanual, pero sigue lejos del objetivo de 450.000 toneladas fijado en el PIISAH. Además, el monto del subsidio actual es un 37,5 % inferior a los 14.400 millones de FCFA asignados en 2024, lo que subraya la necesidad de mejorar la eficiencia del gasto y los resultados productivos.
Desde el punto de vista estructural, Camerún continúa enfrentando un déficit significativo. El consumo nacional se estimó en 673.000 toneladas en 2022, lo que deja una brecha de alrededor de 300.000 toneladas. A ello se suma la baja capacidad de transformación industrial: según la Comisión Técnica para la Rehabilitación de Empresas Públicas y Semipúblicas, las plantas de SEMRY y UNVDA procesan menos del 15 % del arroz local en arroz elaborado, el formato más demandado por los consumidores. En el caso de SEMRY, apenas se transformó el 1,96 % de la producción registrada en 2022.
Esta debilidad industrial mantiene una fuerte dependencia de las importaciones. En 2024, las compras de arroz elaborado en el exterior alcanzaron 831.337 toneladas, un aumento del 34 %, con un costo de 318.400 millones de FCFA, un 58,6 % más que el año anterior. En términos económicos, esta dinámica ejerce presión sobre la balanza comercial y las finanzas públicas.
El refuerzo de la producción local a través del PIISAH se perfila así como una palanca clave para el sector agroindustrial. El objetivo intermedio es alcanzar 750.000 toneladas de arroz para 2030, lo que permitiría elevar la tasa de autosuficiencia al 97 %, dentro de una estrategia nacional valorada en 385.000 millones de FCFA. Para Camerún, el desafío no es solo aumentar los volúmenes, sino también mejorar la transformación local y la competitividad de toda la cadena de valor arrocera.
FUENTE: Ecomatin