En el corazón de África Occidental, Guinea Ecuatorial guarda secretos que sorprenden a todo aquel que decide visitarla. Entre ellos, la Playa La Ferme y el Paseo Marítimo de Bata, dos rincones que combinan naturaleza, cultura y hospitalidad, convirtiéndose en paradas obligadas para quienes buscan experiencias inolvidables.

“Fuente fotográfica: Ahora EG”
Playa La Ferme: un refugio natural
Con sus arenas doradas y aguas cristalinas, Playa La Ferme se presenta como un escenario perfecto tanto para el descanso como para la aventura. Desde el momento en que el visitante se acerca, el suave murmullo de las olas crea una atmósfera de calma difícil de olvidar.

“Fuente fotográfica: Ahora EG”
Bajo el sol tropical, es posible entregarse a la tranquilidad de la orilla, levantar castillos de arena con los más pequeños o recorrer el litoral en largas caminatas. Para los espíritus aventureros, las aguas de la zona invitan a practicar snorkel y kayak, actividades que permiten descubrir la riqueza marina que habita bajo la superficie.
El entorno natural que rodea la playa, con su exuberante vegetación y variada fauna, ofrece además un espectáculo visual único, perfecto para los amantes de la fotografía y la contemplación. Y cuando cae la tarde, el horizonte regala un atardecer multicolor que tiñe el cielo de tonos mágicos, ideal para parejas, familias o viajeros solitarios que buscan un momento de paz.
La experiencia se completa con la gastronomía local. Los restaurantes cercanos sirven mariscos frescos preparados al estilo tradicional, una delicia que refleja la riqueza culinaria del país.
Paseo Marítimo de Bata: vida y cultura junto al mar
A pocos kilómetros de allí, el Paseo Marítimo de Bata despliega casi 15 kilómetros de litoral pensados para el encuentro social y el disfrute cotidiano. Es el lugar donde residentes y visitantes confluyen cada tarde para caminar, hacer deporte o simplemente dejarse llevar por la brisa marina mientras disfrutan de una bebida refrescante.

“Fuente fotográfica: Ahora EG”
Este espacio se ha convertido en un símbolo de la vida urbana de Bata: un punto de encuentro, de cultura y de esparcimiento que invita a descubrir el pulso de la ciudad.
Un viaje que deja huella
Visitar Guinea Ecuatorial es adentrarse en un destino todavía poco explorado, pero lleno de paisajes, aromas y experiencias capaces de enamorar a cualquier viajero. Desde la serenidad de Playa La Ferme hasta el dinamismo del Paseo Marítimo de Bata, el país se revela como un tesoro escondido en África, esperando ser descubierto.